La Cantarada de los Mozos 2018 6 botellas
Ficha técnica:
Variedades: 100% Tempranillo.
Elaboración: Vendimia manual con selección en el propio viñedo. Elaboración con uva entera, maceración carbónica, fermentación alcohólica en depósito de acero inoxidable. Crianza en barrica francesa de segundo uso durante 11 meses y filtrado suave para posterior embotellado.
Envejecimiento: Crianza en barrica francesa de segundo uso de 225l. durante 11 meses y filtrado suave para posterior embotellado.
Denominación de Origen: DOCa Rioja.
Bodega: Bodegas Fernández Eguíluz, ubicada en Ábalos, La Rioja.
Grado alcohol: 13%.
Producción: Edición limitada de 1.770 botellas.
Nota de cata:
Color: Color rojo rubí. Capa media-alta, con abundante lagrimeo. Limpio y brillante.
Nariz: Aromas de fruta roja madura variada con ligeros recuerdos de la barrica francesa, como monte bajo, especias entre otros. Domina la fruta.
Boca: Fácil de beber, licoroso, muchas sensaciones frutales. Mineral con gran frescura. Trago muy largo, acidez fantástica.
Viñedo:
Viñas de las tres zonas Alta, Media y Baja con una antigüedad, en la mayor parte del viñedo de más de 30 años, llegando hasta mas de 100 años. Viñedo propio, suelos pobres de arcillo calcáreo.
Vendimia: Manual, lo que permite realizar selección de racimos en el propio viñedo tras la vendimia en verde (eliminación de racimos buscando las mejores condiciones organolépticas y el mejor estado sanitario de los racimos)
Bodegas Fernández Eguíluz:
ORÍGENES
El carácter familiar y la pequeña extensión de viñedos, hacen que bodegas Bodegas Fernández Eguíluz controle y mime y todo el proceso de sus vinos, desde el tradicional laboreo en el campo para obtener las mejores uvas hasta los más cuidados procesos enológicos para la elaboración del producto final.
Fue creada en el año 1989, llamándose entonces Bodegas Julián Fernández Garrido, padre de esta empresa y familia y hombre dedicado al cultivo de la vid y a la elaboración de vinos desde su juventud y que sigue asesorando con el conocimiento de quien lleva toda una vida dedicado a la bodega al joven equipo que hoy la compone.
LOCALIZACIÓN
Se encuentra en Ábalos, una pequeña localidad de La Rioja Alta, pueblo de larga tradición vitivinícola, en la Sonsierra Riojana, delimitada por el río Ebro y la Sierra de Cantabria, comarca que ha gozado de justa fama por la gran calidad de sus vinos. Esta tradición de calidad se debe en buena parte a que reúne las características más favorables para la producción vinícola: clima continental aunque, por su orientación al mediodía o carasol, la insolación es mayor que en el resto de la Rioja pero menor su humedad, suelos arcilloso-calcáreos, vientos que refrescan el viñedo en los calurosos días de verano y el predominio de la variedad tempranillo, unido claro esta, a ese saber hacer de sus gentes, que desde antiguo se han dedicado al cultivo de la vid y la artesana elaboración de sus vinos la hacen una de las sub regiones con más personalidad.
Bodegas Fernández Eguíluz esta inscrita en la Denominación de Origen Calificada Rioja, lo que les exige mayores controles de calidad, de la poda a la producción de los viñedos para finalmente pasar severos controles organolépticos y analíticos de sus vinos
HISTORIA DE UN NOMBRE
El nombre “Peña La Rosa” de los vinos, se debe a la peña donde estaba ubicado el santuario de la que ahora es la patrona del pueblo, Ábalos.
Desde el núcleo urbano de Ábalos, situado a unos 589 metros sobre el nivel del mar, se accede a la Peña de la Rosa, que se encuentra a unos 1000 metros sobre el nivel del mar.
La primera noticia histórica referente a esta virgen, la de la rosa, es del año 1556, el magnífico y suntuoso templo y casa que erigieron los mayores en honor a la virgen es prueba inequívoca de algún suceso notable y una tremenda devoción.
DESCRIPCIÓN DEL CAMINO
La ascensión desde Ábalos a la ermita de la virgen de la Rosa, es una ampliación recomendada del sendero PR LR 50 que une las localidades de San Vicente-Ábalos-Peciña-San Vicente, dentro de los senderos de pequeño recorrido de la Sonsierra Riojana.
Para ello salimos del lugar de Ábalos por el camino de la Rosa, entre construcciones modernas y algún molino antiguo.
El paseo es muy agradable, el viñedo va dejando paso paulatinamente al cereal a medida que ascendemos, siempre paralelos al rio Hondo.
Intersección de caminos, la cual nos indica que nos encontramos en el término de San Antón, donde estuvo enclavada la ermita de su mismo nombre. Esta se halla a escasos metros del cruce, siguiendo por el camino de Herrera. Hoy, solo queda una nevera parcialmente recubierta por la vegetación.
En esta zona también existió una venta que servía de parada y fonda a los arrieros que iban camino del puerto de Herrera.
Continuando por el camino de la Rosa, a 50 m. existe una charca. En época de lluvias la humedad es abundante y multitud de canalillos de agua transparente discurren por el terreno.
Las zonas impermeables se caracterizan por crear áreas semi pantanosas en las que la vegetación arbórea desaparece dando paso al dominio de juncos, zarzas y otras herbáceos.
Conforme ascendemos nos vamos adentrando en un bosque cada vez mas cerrado, en el cual el camino ha pasado a convertirse en una estrecha senda. El bosque se halla compuesto por pino, carrasca, boj y brezo, entre otras especies.
Fuente de agua buena con la que podemos refrescarnos y culminar la ascensión al llegar a la ermita, que ofrece una imagen espectacular al hallarse situada entre el bosque.
Alcanzamos nuestro objetivo a los 3 Km. De recorrido, después de un hora y cuarto de paseo.
El retorno hasta Ábalos es un descenso continuado, más agradable y rápido que la ascensión.